Sorbeteros: Artesanos del sabor del centro histórico de San Salvador

Detrás de la sonrisa de los sorbeteros de la calle, del centro capitalino, se encuentran historias, anécdotas y sueños que los motiva cada día a ofrecer los ricos sorbetes de carretón.

Lisseth Martínez
Fotos: Armando Coto
La Palabra Universitaria

 

Las necesidades económicas son el principal motivante de los vendedores de productos congelados, que todos los días pueden encontrarse fácilmente en las calles del centro histórico de San Salvador.

Estos hombres y mujeres realizan su faena diaria bajo las inclemencias del sol, las lluvias y los vientos extremos que de vez en cuando azotan la cuidad.

Basta con caminar unas pocas cuadras sobre la Calle Arce o la Rubén Darío (ambas muy emblemáticas en el centro capitalino) para encontrarse con estos ejemplares trabajadores que, con mucho dinamismo, carisma, amabilidad y optimismo, ofrecen sus helados de sabores fabricados por ellos mismos de manera artesanal.

No hay que caminar mucho, justo frente el edificio Simón Bolívar, de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC), para encontrase con doña Raquel Mejía quien, junto a su esposo y su suegro, llevan más de seis años ofreciendo sus helados de sabor a quien los desee degustar.

Dice que en los últimos años los sorbetes de su carretón se han vuelto uno de los productos predilectos de los estudiantes del alma mater. Día a día estos comerciantes salen a la calle con un solo ideal, asegurar el buen futuro para su hija de 2 años y el bebé que viene en camino, a quienes dijeron desean proveerles las mejores condiciones de vida.

Aunque aparentemente salir a las calles del centro histórico a ganarse la vida como vendedor ambulante no implica problemas, los comerciantes aseguran que cotidianamente tienen que sobrellevar una serie de dificultades, mismas que en la gran mayoría de ocasiones son de índole natural, como las inclemencias del sol o la lluvia.

Pero también los hay con personeros del cuerpo de seguridad de la municipalidad, quienes dice doña Raquel Mejía, les impiden circular por los contornos de la Utec, especialmente en tiempos en que no se están impartiendo clase de manera normal, es decir en períodos vacacionales o de interciclo.

sorbetes“Llévese el sorbete de arrayan, coco, lléveselo”, son las peculiares frases que a cada momento grita a los transeúntes de los contornos de la Utec.

Don Alberto Laic Hernández es otro de los artesanos de los helados de sabor que se encuentra en los contornos de la Utec, y quien asegura que por más de 23 años se ha dedicado al arte y comercialización de las nieves artesanales.

De una manera peculiar y muy especial, don Alberto ofrece sus productos naturales que van desde sabor a tamarindo, coco, o como él mismo dice, sabor light.

“Licenciada, arquitecto, ingeniero, de que va a querer, tecnológico light, coco, tamarindo, entre otros”, son las frases que lo caracterizan al ofrecer su producto.

El artesano del sabor explica el proceso que debe seguirse para elaborar el sorbete, el cual dijo pasa en primer lugar por responder a las necesidades del cliente, quienes en su mayoría prefieren el sabor a coco y tamarindo.

“Depende de la fruta que el cliente desee, yo le traigo coco y tamarindo pero el que es más complicado para su elaboración es el de coco, se necesita coco viejo muy duro porque ese es el que sirve para los sorbetes, hay que pelarlo hasta que quede blanquito, picarlo y luego llevarlo al molino, después de colarlo sacamos la esencia del sorbete”, explicó.

Dijo sentirse dichoso porque de su manera especial de ofrecer sus productos le ha permitido que los clientes conozcan bien los precios y sus peculiares frases que a más de uno le sacan una sonrisa.

“Va a llevar su sorbete con chile en medio, abajo o arriba”, es otra de las frases que muy a menudo se escuchan de la boca de don Alberto Laic.

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