La Utec busca reacreditarse con la RLCU

El proceso de la Red Latinoamericana de Cooperación Universitaria es muy metódico, por lo que las autoridades de la casa de estudios universitarios consideran necesario la conformación de un selecto equipo de trabajo que será el encargado de encarar y coordinar el proceso.

Wilber Corpeño
wilber.corpeno@mail.utec.edu.sv
Fotos: Hugo Henríquez
La Palabra Universitaria

Cargar con el prestigio de ser una institución de calidad no es tarea fácil para la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC), pues constantemente debe estar actualizando sus indicadores de calidad en materia de formación académica-profesional, ante una diversidad de organismos de prestigio internacional.

Uno de ellos es la Red Latinoamericana de Cooperación Universitaria (RLCU) que, según su filosofía, el proceso de evaluación y acreditación tiene por objeto comparar los criterios aprobados con la realidad prevaleciente en la institución objeto de la misma.

En ese sentido la RLCU establece que si se cumple con lo establecido la institución identifica na fortaleza; si no se cumple, se identifica una debilidad “y por consecuencia toda debilidad genera una recomendación orientada a eliminar dicha debilidad”, establece dicha red en el documento denominado Sistema de acreditación del 2011.

Para cumplir con todos los procesos que la mencionada red establece para las acreditaciones de las instituciones el rector de la Utec, Nelson Zárate, explica que es necesario, en primera instancia, preparar a un equipo especializado de profesionales que serán los encargados de coordinar el trabajo para dar cumplimiento a las exigencias del proceso de autoevaluación.

Por lo tanto, se ha conformado el mencionado equipo, quienes de manera integrada están trabajando en sendas jornadas junto al especialista en temas de acreditación universitaria, Mario Fredy Hernández, con quien analizan, discuten y reflexionan sobre todos los criterios que exige la red para otorgar la reacreditación a la Utec.

“Los procesos de autoevaluación y acreditación les permiten a las universidades hacer una introspección del nivel de desarrollo en sus procesos, en sistemas, en el nivel de adaptación a las circunstancias y a las demandas actuales, no solo de sus estudiantes, sino que también de la sociedad”, reflexionó el rector.
Agregó que un proceso de autoevaluación es el espacio para identificar cuáles son las fortalezas y las debilidades de la universidad, regidos bajo indicadores internacionales que determinan ciertas áreas que se deben desarrollar.

En consecuencia, la RLCU establece que el proceso para lograr la acreditación se desarrolla bajo tres escenarios esenciales, como lo son el autoestudio, que es un proceso de revisión sistemática de la institución que conduce un equipo de expertos en el tema.

Para ello se inicia con un verdadero ejercicio de introspección que lleva adelante la institución y que le hace tomar conciencia de sus fortalezas y debilidades. La información obtenida debe ser válida, confiable y verificable por parte de la comisión de pares evaluadores.

La evaluación externa es el segundo proceso, la cual es una instancia que está a cargo de reconocidos académicos (pares evaluadores), sin vinculación con la institución que es objeto de evaluación, quienes cuentan con amplia experiencia en procesos de acreditación.

La última etapa del proceso está a cargo del comité dictaminador, formado por cuatro miembros: dos rectores de las universidades miembros de la RLCU y dos rectores o ex rectores extra RED, quienes elaboran el informe dictaminador.

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