Inauguraron en la Utec edificio en honor a José Adolfo Araujo

El antiguo inmueble, que ha sido conservado y restaurado, alberga la vicerrectoría de investigación, la dirección de desarrollo curricular y la dirección de proyección social.

Wilber Góchez
Wilber.corpeno@mail.utec.edu.sv
Fotos: Oscar Sosa
La Palabra Universitaria

 

Con la presencia de las máximas autoridades la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC) abrió las puertas de un nuevo inmueble, mismo que lleva el nombre del actual vicerrector de desarrollo educativo, José Adolfo Araujo Romagoza, quien además es parte de los fundadores del alma mater.

El edificio José Adolfo Araujo alberga la vicerrectoría de investigación, la dirección de proyección social y la dirección de desarrollo educativo, que sin duda ahora cuentan con un ambiente ideal para su labor.

El inmueble, conservado y restaurado por la Utec, tiene un alto valor histórico y cultural para el país, ya que fue en su momento el primer recinto en donde se alojó la embajada de Estados Unidos en El Salvador.

Su arquitectura posee elementos neocoloniales, californianos y conserva su diseño y estructura sin mayor cambio desde 1924. Tal como se ha hecho con otros inmuebles que forman parte de su campus, la Utec realizó en este edificio importantes trabajos de restauración y conservación, que le han devuelto su esplendor y elegancia para ser un  nuevo punto de interés y admiración en el centro histórico de la capital salvadoreña.

adolfo-araujoPor ello José Adolfo Araujo dijo sentirse orgulloso y, sobre todo, con gran honor por el hecho de que una estructura arquitectónica que representa un enorme valor histórico y cultural sea denominada con su nombre.

“Para mí es un gran honor que mi nombre sea distinguido con este bello inmueble después de 36 años de haber formado esta casa de estudios, nunca pensé trascender en el tiempo y en el espacio”, reflexionó el ingeniero Araujo.

El presidente de la junta general universitaria y rector honorario vitalicio de la Utec, José Mauricio Loucel, dijo que el edificio que ahora lleva el nombre de Adolfo Araujo, además de ser un inmueble con características antiguas tiene un alto grado cultural.

“La universidad tiene una tradición ya establecida en cuanto a la conservación de su estructura arquitectónica. Tenemos por lo menos cuatro edificios que pertenecen a los primeros años del siglo pasado y que nosotros hemos restaurado, sabiendo aún que en algunos casos restaurar resulta más costoso que construir”, dijo el rector vitalicio de la Utec.

La inauguración del edificio Adolfo Araujo coincide con la nominación del auditorio Doctor  Rufino Garay hijo, como reconocimiento a otro de sus fundadores, su segundo rector y actual miembro del senado consultivo de la Utec, administrador de empresas, con una amplia experiencia en el ámbito de los seguros y en procesos de arbitraje internacional.

Rufino Garay comparte con el resto de fundadores de la Utec su vocación de servicio a los demás, lo que desde los inicios de la casa de estudios superiores se perfilaba como uno de sus sellos institucionales.

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