La profesora de la facultad de derecho aconsejó a la audiencia sobre las implicaciones legales que trae consigo cuando se presentan manifestaciones de violencia intrafamiliar.
Camila Chapetón
La Palabra Universitaria
Qué es la violencia intrafamiliar y cómo actuar fue el tema sobre el que sentó sus reflexiones la profesional del derecho de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), Pamela Vanegas, quien fue invitada al espacio de entrevistas televisiva 33 Te Escucha.
A través de la violencia intrafamiliar se pone en riesgo a los individuos en tres niveles: físico, emocional y psíquico. Lo más lamentable es que este tipo de violencia muchas veces es callada por vergüenza o temor y es así como los miembros de la familia sufren las consecuencias en silencio. Cuando ocurre violencia intrafamiliar, es un indicador que se necesita ayuda profesional.
“Las personas que sufren diversos tipos de violencia su principal error es callar y sufren daños psicológicos y, esto, los lleva hasta la muerte”, afirma.
La abogada indica que las personas que sufren violencia tienden a oprimirse y sufrir daño psicológico, físico y patrimonial. Un punto importante es que la violencia la sufre cualquier persona, ya sean niños, adolescentes, hombres y mujeres.
Agrega que cuando la víctima ha percibido violencia lo correcto y lo más seguro es acudir a las instituciones del Estado, como el órgano judicial, en el cual deben buscar la protección para evitar la violencia intrafamiliar.
Vanegas dice que las víctimas no deben callar porque lo único que logran es que el victimario se sienta fuerte y tenga más dominio de las decisiones y acciones, y esto logra que la violencia intrafamiliar pueda crecer y se vaya exteriorizando a los grupos de la misma familia, es decir, se convierte en una cadena de violencia donde los niños toman esas actitudes de agresividad y suelen hacer lo mismo, con lo cual nunca se rompe el vínculo de violencia que los mismos padres han creado.
Afirma que normalizar la violencia y los actos de dominio crea una conformidad y daño de integridad y la víctima llega al punto de pensar que se lo merece y que es culpable; sin embargo, la violencia física es lo más grave ya que atenta con la integridad y, en la mayoría de los casos, las víctimas tienden a callar.
