Gabriela María López el mejor ejemplo de actitud positiva en la UTEC

A pesar de las adversidades que puede encontrar para movilizarse por sí sola, cursa su primer año de técnico en relaciones públicas y trabaja en un centro de llamadas del Ministerio de Relaciones Exteriores. En cada una de estas actividades es acompañada fielmente por su madre.

Gabriela María López es el nombre de una joven de 22 años, estudiante del técnico en relaciones públicas de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC), quien a pesar de no tener movilidad en sus piernas, y no poder desplazarse por sí sola, asegura llevar sus estudios con actitud positiva desde el día que se inscribió en el centro de estudios superiores.

María López padece de osteogénesis imperfecta, que es fragilidad en los huesos. Esta enfermedad la acompaña desde su nacimiento, por lo que durante su infancia sufrió de muchas quebraduras que la llevaron a tres grandes operaciones para rectificar los huesos rotos y finalmente lograr dar sus primeros pasos, aunque no le permiten desplazarse por su propia cuenta.

Los impedimentos de movilidad no han sido obstáculo para que Gabriela María no realice determinadas acciones, pero la ayuda de su madre y de otras personas ha sido importante para poder movilizarse.

Madre e hija tienen que embarcarse en la odisea de viajar desde muy temprano desde el sector de la colonia Monserrat hacia el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde actualmente trabaja en el centro de llamadas del área consular. Luego de la jornada laboral se traslada hacia la Utec para recibir sus clases.

Para movilizarse se auxilia de sus dos inseparables amigas, una es su muy bien adecuada silla de ruedas y, la otra, su madre, su incondicional compañía, doña Norma Estela López Alas, quien asegura que desde que inicio sus estudios en kínder 5, ha estado acompañándola en cada una de sus clases y actividades laborales.

Gabriela dice que le entusiasma estar en la universidad y tomar cada una de sus clases con toda la atención necesaria, puesto que cursa cinco materias. Ella sueña con ser una profesional que aporte en su trabajo en el área de las comunicaciones, específicamente en los casos de personas migrantes.

Y en esa misión siempre está su querida madre, quien dice no desmayar cada día para acompañar a su hija a las clases y verla coronar su anhelado sueño. Doña Norma López destaca el interés y calidad humana que los docentes, ordenanzas y algunos compañeros muestran con Gabriela para apoyarle en desplazarse hasta su respectivo salón de clases.

“Gracias a Dios a todos los lugares que llegamos nos acogen y apoyan con mucha amabilidad, y esto nos ha permitido seguir adelante”, dijo la ejemplar madre.

“Lo que más admiro es la actitud de mi hija, siempre ha sido positiva y se esfuerza por salir bien en cada una de sus materias; actualmente tiene un promedio de 8.24, esto muestra que no hay obstáculo para que ningún joven se quede estancado ante sus sueños de superarse, agregó.

Doña Norma López dijo que su misión es seguir al lado de su hija por el camino de la vida, hasta verla que haya logrado cada uno de los objetivos que se proponga.