Exponen modelo de reintegración social colombiano en la UTEC

Joshua Mitrotti, quien es especialista en el tema, dice que la solución de los problemas sociales en cualquier país de la región no es la cárcel, sino aplicar diferentes políticas públicas que contribuyan a construir una mejor sociedad.

Fernando Gutiérrez
La Palabra Universitaria

 

El constante flagelo que amenaza a cualquier sociedad es la inseguridad y el crimen organizado, situación que ha llevado a muchos países a implementar políticas sólidas en el combate y prevención de la misma, cuyos resultados, en muchos casos, son poco o nada efectivos.

La situación de inseguridad y temor que se vive en El Salvador no es un hecho aislado ya que otros países viven poco o igual cantidad de estos conflictos que, en muchas ocasiones la intolerancia, desigualdad y una mala gestión de políticas públicas son los detonantes de los problemas sociales.

Dentro de este contexto, la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC), a través de su escuela de antropología, organizó un conversatorio sobre reintegración social post conflictos, que busca promover planes y acciones a las diferentes sociedades, con el fin de reducir los problemas que les agobian.

Para ello se contó con la participación del jefe de la Agencia Colombiana de Reintegración Social, Joshua Mitrotti, quien compartió con estudiantes de antropología los diferentes logros obtenidos por su nación en relación con los temas de reinserción social, prevención de violencia y desarme que el gobierno colombiano persigue para promover la paz en dicho país suramericano.

mitriottiSegún Mitrotti, la violencia que golpea a Colombia ha dejado de ser el principal tema de preocupación para dicho país, ya que ha presentado una mejoría significativa en comparación con la década de los ochentas y noventas, donde en Medellín, el número promedio de víctimas ascendía a 500 por cada cien mil habitantes. Actualmente dijo, esa cifra presenta una reducción significativa de 26 víctimas por cada cien mil habitantes.

Sin embargo, asegura el experto del periodismo y la psicología, estos resultados han sido posible gracias a las políticas de reintegración social que promueve el gobierno colombiano enfocado en la ayuda social a las víctimas del conflicto armado, que desde hace 50 años lideran las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno colombiano.

Explicó que la política funciona desde el año 2003 y busca el desarme de los diferentes grupos armados que imperan en Colombia, tales como las autodefensas, los grupos de extrema derecha, el narcotráfico y las FARC. Con este plan se ha logrado el desarme de 16 mil armas en el territorio y el rescate de 36 mil víctimas del conflicto.

Sin embargo, Mitrotti opina que la solución a los conflictos no se encuentra en la cárcel sino en la innovación y proposición de ideas claras, con nuevas alternativas que permitan reinsertar socialmente a la población.

“Tenemos la creencia de que hoy todos debemos pagar cárcel, cuando sabemos que la cárcel no es buen escenario de resocialización, ni en Colombia, ni en El Salvador, ni en Estados Unidos. Tenemos que pensar fuera de la caja, innovar, pensar nuevas alternativas para incluir a esas poblaciones en condiciones de vulnerabilidad”, dijo.

Además, enfatiza en la necesidad de que los gobiernos acepten sus responsabilidades y que el Estado asuma y garantice mejores políticas gubernamentales. “El compromiso principal de la estructuración del Estado democrático moderno, equitativo y justo, es que las autoridades en los territorios asuman las responsabilidades de su gestión. El Estado debe mejorar sus políticas en materia de salud, educación, ocupamiento y necesidades como los servicios básicos y domiciliares”, agregó.

En el caso de El Salvador, Mitrotti concluye en la necesidad de mejorar el sistema educativo de salud y reinserción social, que permita principalmente a los niños jornadas educativas de 10 horas que impidan ser blanco fácil del crimen organizado, así como la reinserción de los grupos criminales a la sociedad que, en cuyo caso, no quede como única opción la prisión ni las condenas.

 

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