López es psicólogo de la Utec y ha participado en el programa televisivo, 33 Te Escucha, para hablar y aconsejar a la teleaudiencia sobre la mejor manera de sobrellevar una situación de duelo ante la pérdida de un ser querido.
Evelin Herrera
La Palabra Universitaria
El período de duelo es cuando una persona enfrenta una carga emocional muy dura ante la pérdida de un ser querido, o de algo material que tiene un significado importante, así ha manifestado el psicólogo y docente de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), Benjamín López, durante su intervención en una de las emisiones del programa de entrevista de televisión, 33 Te Escucha.
Según López, el luto o duelo puede originarse por diferentes factores como por ejemplo por la muerte de un ser querido, la pérdida de un trabajo de varios años, un cambio de vivienda, daño en alguna pertenencia de valor y por la ruptura de una relación.
Así mismo, destaca que cada persona enfrenta el dolor de distinta forma y llega a experimentar una serie de etapas, tales como negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Ante esto, López enfatiza que la personalidad puede ser un elemento crucial, ya que, hay gente que es capaz de aceptar la pérdida con tranquilidad y afrontar los hechos con mejores mecanismos; sin embargo, otras personas pueden entrar en negación ante una situación dolorosa.
“Hay quienes no aceptan la pérdida que han tenido y entran en la fase de negar las cosas cuando reciben la noticia y comienzan a pensar en que eso no puede haber sucedido, que es una mala pasada o que están en un sueño”, ejemplifica el profesional.
También indica que, en el caso de la ira, hay gente que es muy contundente en la reacción, muchos manifiestan la ira de forma interna, hostil y reservada, en cambio “otros van a querer actuar, generar golpes, gritar y comienzan a buscar culpables, pero; esto se debe a la transición que hay de la negación al manejo emocional de la turbulencia que viven”.
Por otro lado, el especialista en salud mental puntualiza varios tipos de duelo, entre ellos, el duelo anticipado, cuando se sabe que la persona ya está en sus últimos días de vida, la pérdida se acepta con más facilidad; el duelo desautorizado, cuando no se puede expresar lo mucho que significaba esa persona y, los duelos complejos, cuando hay una pérdida tras otra.
En ese sentido, “la descarga emocional es lo que un doliente necesita en este tiempo de luto, ya que es totalmente natural para poder adaptarse después del dolor sentimental, pero, no se debe quedar estancado en esta etapa”, recomienda López.
Argumenta que, el dolor de una pérdida importante llega a superarse “cuando se acepta que la vida tiene un propósito, que es un ciclo de vida y que no hay culpables”, así también, cuando se es capaz de reconocer que existe una cicatriz, pero que ya no duele, y se retoma a la cotidianidad con mejores reformulaciones sobre el acontecer de la vida.
Con base a esto, concluye que es normal que se viva el duelo entre altos y bajos, ya que, el círculo de duelo debe de cerrarse mediante el desahogo de emociones.
