Ceremonial maya en Cihuatán marca el inicio del equinoccio de verano

Con una ceremonia especial el nahua-pipil de El Salvador celebra al Dios Sol y la llegada del otoño.

Franklin Reyes
La Palabra Universitaria

 

El sitio arqueológico Cihuatán, ubicado en el municipio de Aguilares, al norte de San Salvador, fue el punto de encuentro para decenas de comunidades indígenas que llegaron hasta ahí para ser parte de la celebración del equinoccio de otoño.

Dicho acontecimiento natural y ancestral, según explicaron representantes de las comunidades indígenas, marca un cambio de tiempo en el que las noches son más largas que los días.

Además explicaron que simboliza un período de cosecha, no solo de los frutos de la madre tierra, sino de todas las acciones humanas.

equinocio2También los sacerdotes mayas que, generalmente son conocidos como Tatas y Nanas en el caso de las mujeres, dijeron que esta ceremonia que realizan una vez al año es oportuna para poder manejar y recibir energía creadora y muy positiva, porque Cihuatán es una potencia para esta concentración energética.

El ritual está lleno de colorido y de insumos sagrados que tienen su utilidad en sus diferentes etapas. El encendido del fuego y el sonido del caracol anuncian el inicio del evento sagrado que está custodiado por un círculo de pétalos, dentro del cual preside una Nana y tres Tatas, dispuestos en cada punto cardinal.

Dicho momento ceremonial está centrado en la invocación de abuelos, ancestros, dioses y la misma naturaleza que incluye cerros, volcanes, lagos, ríos y centros ceremoniales que en la medida que se invocan se realizan ofrendas al fuego, mismas que pueden ser cacao, mirra, incienso, candelas, puros, madera de ocote, entre otros.

La energía del sol central de la galaxia es muy fuerte para transformar emociones, sentimientos y la oscuridad en luz, es por esta razón que dentro del ritual hay un espacio para que la concurrencia pueda hacer una ofrenda. Un Tata coloca en la mano derecha de cada participante un insumo para quemar con el objetivo de que cada participante pida disculpa por su mal proceder.

También incluye la participación de aquel que se quiera limpiar por su mal proceder, recibir una candela blanca para implorar por algo o alguien sin olvidar la petición por la sanidad del planeta. El siguiente paso es pedir por la situación personal y culminar el ritual con la devolución de la candela.

Silvia Esquivel es astróloga, de origen mexicano, quien destacó que después de 30 años dedicándose al estudio astrológico, santa estrella de la liberación (la Tierra) es un planeta escuela donde las personas se pueden purificar con ayuno, oración y vegetarianismo.

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