La actividad, que fue organizada por la cátedra indígena náhuat, tenía entre sus objetivos generar conciencia en los jóvenes sobre la importancia de la madre tierra.
Josselin Pascasio
wilber.corpeno@mail.utec.edu.sv
Fotos: Oscar Sosa
Conmemorar el Día Internacional de la Madre Tierra fue la consigna principal de decenas de personas que se concentraron en uno de los auditorios de la Universidad Tecnológica de El Salvador en donde, además de hacer un profundo análisis y reflexión sobre el estado de la naturaleza en general, representantes de comunidades indígenas desarrollaron diversas actividades ancestrales.
Estas actividades, según dijeron los organizadores y responsables de tales rituales, no son simplemente para honrar a la Madre Tierra, sino también para para recordar que el planeta y sus ecosistemas son dadores de la vida y el sustento.
Resaltan que con esta celebración se admite la responsabilidad colectiva, tal como lo recuerda la declaración de Río de Janeiro en 1992, de fomentar la armonía con la naturaleza y la Madre Tierra para alcanzar el equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y medioambientales de las generaciones presentes y futuras.
La actividad, como muchas otras que tienen relación con temas indígena-culturales, fue organizada por la cátedra indígena náhuat, que es coordinada por Morena Guadalupe Magaña, quien resaltó que este tipo de iniciativas son parte del compromiso ético del bien común, responsabilidad social, solidaridad con la vida del ser humano y la del planeta.
“Nuestro planeta hoy más que nunca nos pide de diversas maneras que nuestro compromiso sea la oportunidad que nos recuerde el despertar de una nueva reverencia ante la vida, con la firme convicción de alcanzar la sostenibilidad, la equidad, el bien común y el aseguramiento de la justicia, la paz y la alegre celebración de la vida con dignidad”, reflexionó.
Sumándonos al reclamo y al clamor de nuestra madre tierra que nos invita a abrir los ojos, a escucharle y obedecerle con nuestras acciones, fue el tema de conferencia que impartió la ecóloga de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP), Rosa Alba Castillo de Fuentes, quien dirigió su mensaje con el fin de generar conciencia en los estudiantes e invitados, sobre la importancia de cuidar de la mejor forma a la naturaleza en general.
“Somos una organización comprometida con lo que realizamos, actuamos mediante voluntarios que trabajan junto a nosotros por un bien común, un cambio y mantenimiento de nuestro hogar, que es nuestra Madre Tierra”, resaltó.
Del mismo modo expresó que “la Organización de las Naciones Unidas ONU, reconoce que la Tierra y sus ecosistemas son principalmente el hogar de la humanidad y están totalmente convencidos que trabajando juntos podemos lograr y llegar a obtener un mejor desarrollo y mantenimiento del planeta”, afirmó.
Los organizadores de la actividad concuerdan que el compromiso con el medio ambiente, la Tierra y el entorno que rodea a la humanidad es primordial y es un hecho de que todos y todas deben participar, sumándose al reclamo y al clamor de la Madre Tierra a abrir los ojos, escucharle y obedecerle con las acciones que se realizan día a día.
