Novelistas de la talla de Manlio Argueta y David Hernández hablaron sobre la vida y obra del escritor colombiano, cuyo legado al mundo de la literatura ha sido reconocido alrededor de todo el mundo.
Josué Paredes – Marlon Cartagena Fotos: Armando Reyes La Palabra Universitaria
Bajo un ambiente sereno y con la presencia de estudiantes de la Universidad Tecnológica del El Salvador (UTEC) los escritores Manlio Argueta y David Hernández analizaron el legado del recién fallecido Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura.
Los escritores recordaron además algunas anécdotas vividas junto al famoso personaje de la escritura literaria. El Gabo, como también fue conocido por el mundo, fue escritor, novelista, cuentista, guionista, editor y periodista, cualidades literarias que lo catapultaron en 1982 para que recibiera el Premio Nobel de Literatura.
La obra del escritor colombiano está relacionada de manera inherente con el realismo mágico. Ante ello, la novela Cien años de soledad es considerada una de las más representativas de este género literario e, incluso, se considera que por su éxito es que tal término se aplica a la literatura desde los años setenta.
En 2007, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española lanzaron una edición popular conmemorativa de esta novela, por considerarla parte de los grandes clásicos hispánicos de todos los tiempos.
Todas esas peculiaridades son reforzadas por el escritor salvadoreño, Manlio Argueta, quien destacó muchos de los trabajos que hoy ha dejado El Gabo para el deleite de la humanidad.
“París, era la cuna de la narración en aquellos tiempos, para cuando los europeos pensaron que la narración y la novela estaban muertas, aparece Cien años de soledad, haciendo que América le dijera a París y Europa que la novela estaba muerta para ellos, pero no para América¨, dijo el famoso literato salvadoreño.
Por su parte el escritor y novelista salvadoreño, David Hernández, resaltó el trabajo de García Márquez y el legado que dejó a las futuras generaciones de escritores, por lo que dijo que el género y el enfoque en el que se desenvolvía tenían una peculiaridad especial, debido a que apelaba mucho a la imaginación y los espacios ficticios.
“La principal arma que tenía para crear sus novelas era esa, imaginando, haciendo aparecer cosas inverosímiles en acontecimientos creíbles”, dijo.
La decana de la facultad de ciencias sociales de la Utec, Arely Villalta de Parada, expresó su pesar por la pérdida del famoso escritor, pero destacó que el legado de Márquez no morirá, si no que será un punto de inflexión para futuros escritores.
