¿Perdón y olvido? Consideraciones respecto a la inconstitucionalidad de la Ley de amnistía

Rafael Granados
Bloguero y estudiante de comunicaciones

Han pasado 23 años del día en que la directiva de la Asamblea Legislativa de El Salvador tomó la decisión de firmar la Ley de Amnistía.

El artículo número de esa Ley de Amnistía General Para la Consolidación de la Paz, firmado por los diputados el 22 de marzo del año 1993, expresa: Se concede amnistía amplia, absoluta e incondicional a favor de todas las personas que en cualquier forma hayan participado en la comisión de delitos políticos, comunes conexos con éstos y en delitos comunes cometidos por un número de personas que no baje de veinte antes del primero de enero de mil novecientos noventa y dos, ya sea que contra dichas personas se hubiere dictado sentencia, se haya iniciado o no procedimiento por los mismos delitos, concediéndose esta gracia a todas las personas que hayan participado como autores inmediatos, mediatos o cómplices en los hechos delictivos antes referidos”.

La firma de dicha ley, permite ahora en día a muchos militares salvadoreños andar por el país sin el mínimo temor a ser capturados por los delitos que pudieron haber cometido en la época del conflicto armado. Esa misma ley permitió al FMLN convertirse en partido político, participar en elecciones y desde el año 2009 ser el partido en el gobierno.

Un segmento de la población jamás ha estado de acuerdo con esa ley y, hasta este día, siguen exigiendo justicia por la muerte de muchas personas, entre ellas las víctimas del cantón El Mozote, en Morazán, la muerte de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, la muerte de los marines de los Estados Unidos ocurrida en la Zona Rosa de San Salvador. Además la muerte del doctor José Antonio Rodríguez Porth (suegro del fallecido presidente Francisco Flores) y la muerte de los sacerdotes Jesuitas de la Universidad Centroamérica José Simeón Cañas (UCA), por mencionar algunos hechos de la época.

Para sorpresa de todos, políticos y no políticos, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional el pasado 14 de julio del presente año la famosa Ley de Amnistía, lo que permite a la Fiscalía General de la República (FGR) investigar los casos de asesinatos antes mencionados y capturar a cada uno de los responsables, al menos los que aún viven y están dentro del país.

¿Será esto lo que realmente necesita el país? ¿Será necesario capturar a los responsables para que nuestro país camine por el rumbo correcto? Sin duda, habrá opiniones encontradas al respecto. Personalmente, considero que capturar a cada uno los responsables, lejos de ayudar, dividirá aún más a todo El Salvador.

Entonces, ¿es la solución que todo quede en la impunidad así como ha sido hasta el momento? De ninguna manera, creo que 24 años después de la firma de los Acuerdos de Paz es necesario realmente trabajar y unir esfuerzos para alcanzar esa paz que tanto proclamamos.

Capturar a los responsables, ¿Para qué?  Lo que se debe hacer por honor a la verdad y a la historia de nuestro país es conocer los nombres y apellidos de los verdaderos responsables de cometer cada crimen, tanto responsables intelectuales como materiales. Que pidan perdón y, en la medida de lo posible, que indemnicen a los familiares de las víctimas.

Creo que de esa manera estaremos ganando todos en este país, sin fomentar más odio del que ya hay y que tanto daño nos hace día a día. Amnistía (perdón y olvido), perdonar sí, olvidar jamás.

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