Tracy Herrera estudiante de psicología
Es atractiva, es fuerte, es independiente, es el amor platónico desde hace más de 50 años de muchos hombres y la admiración de muchas mujeres alrededor del mundo. ¿De quién estamos hablando? De la mujer maravilla.
Un poco de historia
La primera aparición de la mujer maravilla fue en diciembre de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial. Debido a las dos guerras mundiales y a que muchos hombres fueron enviados a los campos de batalla desocupando muchos puestos de trabajo que debían ser “llenados”, las mujeres irrumpían como una fuerza numerosa en el campo laboral que antes se consideraba solamente “masculino”: fábricas, astilleros, la industria de la madera, camiones, ambulancias y otros.
Fue en este caldo de cultivo del espíritu femenino independiente en el cual un psicólogo llamado William Moulton Marston, creara las bases para la invención del polígrafo y creó a un personaje que daría la vuelta al mundo, me refiero a la mujer maravilla.
La mujer maravilla es la hija de Hipólita, reina de las Amazonas, mujeres guerreras que vivían completamente separadas del mundo griego masculino. Su nombre es Diana, en honor a la Diosa romana de la caza. La mujer maravilla no solo es atractiva, sino también fuerte (posee infinidad de poderes), inteligente e independiente.
Desafiando el estereotipo de la mujer tradicional
Marston dijo una vez: “ni siquiera las mujeres quieren ser mujeres mientras nuestro arquetipo de femineidad carezca de fuerza, fortaleza y poder (…) El remedio obvio es crear un personaje femenino con toda la fuerza de Superman, más todo el encanto de una mujer bella y buena”.
William Marston era muy crítico con las concepciones tradicionales de lo que “debería de ser una mujer”, como lo expresó él mismo, no creía que la fuerza y la inteligencia fueran incompatibles con la gracia y la belleza, ya que su creación poseía todas estas virtudes.
Una nueva psicología femenina
Jean Shinoda Bolen quien es doctora en medicina, psiquiatra y analista junguiana, en su libro Las diosas de cada mujer, expone que hay diferentes tipos de mujeres dependiendo de aspectos como su personalidad, interés, formas de relacionarse con sus congéneres, entre otros.
Las relaciona con las antiguas Diosas griegas que, en este caso, se toman como arquetipos que están latentes o activos en el inconsciente de todas las mujeres, es decir, algunas mujeres presentan características de unas diosas (Artemisa, Atenea, Hestia) y otras mujeres tienen en su personalidad características de otras diosas (Deméter, Perséfone, Hera).
Por ejemplo, las mujeres Artemisa son aquellas mujeres que como la misma Diosa, son competitivas, aventureras, feministas, abocadas a causas sociales, independientes, con una fuerte vena de tozudez y perseverancia.
Jean Shinoda Bolen, al igual que Marston con su mujer maravilla, proponen que este tipo de mujer no es “contrario a la naturaleza intrínseca de la mujer”, sino que es un tipo de mujer que es natural, que algunas mujeres nacen con estas características de personalidad, pero que no por ello dejan de ser femeninas, ni tampoco dejan de ser mujeres.
Hacia la comprensión
Cuando la mujer maravilla viera la luz en ese diciembre de 1941, seguramente su creador no podía imaginar el impacto que tendría su creación o la influencia que ejercería en el pensamiento de “lo que debe de ser una mujer”. Marston creía que una mujer podía ser fuerte, independiente e inteligente y seguir siendo bella y sutil.
Del mismo modo, proponía por los derechos de las mujeres, siendo el mismo un psicólogo facultado, creía que entre los géneros podía existir la cooperación más que la rivalidad.
Su creación por lo tanto no solo desafía el estereotipo de género sino que también propone la cooperación entre los géneros más que la competencia.
