Filadelfo Leopoldo Baires Paz: presidente del BH que lidió con la guerra y la reforma agraria

El economista presidió la institución financiera en la década de 1980 y, más de 30 años después, asegura que su más grande satisfacción es haber mantenido los créditos para la producción agrícola.

Texto y fotos: Wilber Góchez
Wilber.corpeno@mail.utec.edu.sv
La Palabra Universitaria  

 

Desde su fundación en 1935 el Banco Hipotecario de El Salvador (BH) ha sido presidido por 17 profesionales que han liderado la institución bajo la filosofía que impulsó su fundación, apoyar a los sectores productivos, especialmente la agricultura en sus diversas áreas.

En la administración actual se rompen paradigmas ya que por primera vez en la historia, la entidad financiera es presidida por una mujer, se trata de Nora Mercedes Miranda, quien desde su llegada ha implementado múltiples acciones que van en la línea de mejorar el accionar con los clientes y con el personal que ahí labora.

Pero al igual que la actual presidenta que tiene por delante el reto de revolucionar la operación bancaria y lidiar con los retos que la sociedad impone de cara al futuro, hace más de tres décadas asumió la presidencia Filadelfo Leopoldo Baires Paz, quien tenía por delante el objetivo de hacerle frente a una cruel realidad, el conflicto armado y, con éste, una serie de decisiones estatales que golpearon fuertemente la economía de El Salvador.

Filadelfo, como le llaman sus amigos y allegados, es un hombre apasionado por la naturaleza, perfilado como uno de los personajes más destacados de la caficultura, dedicado a su negocio, cuidar y trabajar su finca que se ubica en la parte más alta del municipio de Jayaque, en el departamento de La Libertad.

Fue presidente entre 1982 y 1986, los años más sangrientos en la historia reciente del país, ya que fue entonces que la efervescencia de la guerra llegaba a su máximo esplendor y afectaba todos los rubros productivos del país, incluida la actividad bancaria.

La Finca Santa Elena, en las cumbres de Jayaque, es el mejor lugar que don Filadelfo encuentra para sentarse y contar sus experiencias que vivió al frente de Banco Hipotecario en tiempos de Guerra. El economista recuerda que su visión durante el período que presidió la financiera del Estado, fue apostarle al financiamiento de agricultores de café, algodón, caña de azúcar y la ganadería, principalmente.

“En esos tiempos era el banco que financiaba la agro exportación y eso permitió en la época ser el ente bancario más grande e importante del país”, recuerda.

Enfatiza que hace 30 años esos eran sectores que no contaban con el apoyo de la banca comercial tradicional y el BH dirigió su accionar para apoyarlos y contribuir a su desarrollo.

Además dijo que fue durante su mandato que se empezó a impulsar apoyo al sector de la construcción, rubro que podía acceder a créditos a través de cédulas hipotecarias que surgieron a raíz de una serie de reformas implementadas por el Estado para otorgar créditos a largo plazo, poniendo como garantía hipotecas sobre inmuebles.

“Este modelo crediticio permitía generar los fondos necesarios, en el tiempo necesario, para brindar financiamientos a largo plazo”, explicó.

La presión social y armada en ese momento llevó al gobierno a impulsar la reforma agraria, misma que de inmediato surgió su efecto en la operación del banco porque en ese momento tenía otorgado más del 60 por ciento de financiamiento a caficultores, el 70 por ciento a agricultores de algodón y otro buen porcentaje importante que adeudaban productores de caña, quienes debieron entregar o dividir sus terrenos, lo que afectó su productividad y su solvencia de pago con la deuda bancaria.

“La reforma afectó en gran medida a estos sectores, ya que los dueños originales de los terrenos debieron entregarlo a otros administradores que desconocían totalmente la operación agrícola y la administración de deudas. Esto dañó tremendamente las arcas de Banco Hipotecario”, dijo.

Agregó que además de lidiar con la deuda de los agricultores que habían sido afectados, el Estado impulsó la política crediticia que establecía que los bancos nacionales debían financiar la operación de las nuevas cooperativas agrícolas formadas con la reforma agraria, quienes no tenían idea alguna de cómo administrar trabajos de campo y maniobras crediticias.

“Los niveles de endeudamiento que ya existían con anterioridad, más los que generó la reforma agraria fue insostenible para el sistema financiero de El Salvador, lo que significó un fracaso en las arcas para todas las instituciones bancarias nacionales”.

Filadelfo explica que las autoridades de gobierno de la época al ver el sistema bancario colapsado y, paralelamente la efervescencia de la guerra, tomaron la decisión de limpiar la cartera de deuda de todos los bancos nacionales, menos la cartera del BH, acción que asegura le motivó para poner su renuncia a la presidencia de la institución ya que nunca recibió justificación sobre la omisión de ese beneficio para su entidad.

“Todos los bancos del sistema nacionalizados fueron limpiados, excepto Banco Hipotecario que a raíz de esto dejó de ser el banco más importante del país. Después de hacer los cuestionamientos y no recibir respuestas positivas, mejor decidí renunciar”, puntualiza el ex presidente de la institución.

Para Filadelfo en la actualidad el reto más grande que debe superar la presidenta del BH es volver a hacer de la institución el banco más importante de El Salvador, el primer banco del país y, esto, pasa por hacerle una verdadera competencia a su principal rival en el mercado, que son las cajas de crédito.

Dijo que la inauguración del museo de BH es un importante aporte que se hace, no solo para la historia del país, sino para la sociedad en general que ahora podrán conocer a detalle todos los antecedentes y precedentes que la historia misma guarda en más de ocho décadas.

“La historia hay que demostrarla, y qué mejor forma de hacerlo que a través de un museo”, dijo el ex presidente.

La inauguración del museo, nominación del premio de la lotería, lanzamiento de nuevos programas de apoyo y una campaña de divulgación en los medios de comunicación, es parte de las actividades que se están desarrollando con motivo de la celebración de los 80 años de funcionamiento del Banco Hipotecario de El Salvador.

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