Su estadía será de tres semanas en El Salvador. Como parte de su proceso de formación profesional esta universidad de Massachusetts les exige un viaje para conocer las realidades de otros países y elaborar una investigación que les permita tener una visión diferente del mundo.
Silvia Sandoval
La Palabra Universitaria
Fotografías: Edgardo Rivas
Jessica Monterrosa Mena nació en Los Ángeles, California, una joven que con solo 20 años de edad habla con toda seguridad y propiedad sobre sus proyectos profesionales, visión que la ha llevado a aventurarse a conocer el país de origen de sus padres: El Salvador.
Estudia química con enfoque en bioquímica en la Universidad de Williams College, una universidad privada situada en Williamstown, Massachusettes, Estados Unidos, institución académica que dentro de su currícula establece el contacto de los estudiantes con otras áreas afines a la carrera y fuera de su especialidad, con el objetivo de que ellos puedan, no solo definir sus gustos, sino también conocer de realidades de interés social de índole internacional.
Debido a las exigencias académicas y a sus raíces salvadoreñas, es como Jessica decide presentar su propuesta de investigación denominada El progreso de los derechos de las mujeres en El Salvador, proyecto que fue presentado y avalado por las autoridades del College, quienes le han brindado apoyo financiero para costear su viaje.
Son estas razones las que la han traído a visitar la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC) institución en la que, según explica, ha encontrado un amplio apoyo para obtener información y establecer contactos con organizaciones que trabajan sobre el tema.
A pesar de su corta edad, ya tiene considerable experiencia como asistente en áreas de laboratorio de química orgánica, de investigaciones en bioquímica y del departamento de biología, también como tutora para Summer Science Program, un programa diseñado para preparar a estudiantes de primer año que están interesados en las ciencias.
Esta joven de aparente quietud y hablar pausado, a pesar que maneja muy bien el español, se define como una persona independiente, muy curiosa, con un gusto por viajar y disfrutar diferentes platillos. Aprovecha para conversar un poco con La Palabra Universitaria sobre su visita a El Salvador.
¿Es la primera vez que tienes la oportunidad de venir a El Salvador?
Sí, a pesar de que siempre he querido visitar el país de donde nacieron y crecieron mis padres. Ellos desde muy jóvenes emigraron a los Estados Unidos y, aunque tengo familiares aquí, es poco lo que conozco del paIís.
¿Cómo surge la oportunidad del viaje para tierras salvadoreñas?
Mi carrera en el Williams College es química con enfoque en bioquímica y como uno de los requisitos es que cada año estudiemos algo fuera de nuestro enfoque, para que tengamos un panorama diferente, otras fortalezas. Llevo dos años y medio estudiando la carrera y el primero estuve trabajando en un laboratorio químico, así aprendí que me gustaba la química; al siguiente año trabajé con un cardiólogo y esto me permitió darme cuenta que no me gustaba la medicina. Y para el tercer año se puede viajar a donde uno quiera, y es así como preparé mi propuesta para viajar a El Salvador.
Entonces, ¿tú podrías haber elegido viajar a cualquier otra parte del mundo?
Sí, yo tengo en este momento compañeros que están en Egipto estudiando artes, y otros en China que estudian negocios, pero yo quise venir a El Salvador y tener la oportunidad de conocer más del país donde están mis orígenes. Antes de escribir mis propósitos que iba a presentar, estuve leyendo de este país, sin embargo solo encontraba sobre la guerra civil, no contaba con mucha literatura. De esta forma encuentro sobre mi tema de interés, pues descubro que luego de la guerra las mujeres tienen muchas dificultades en cuanto a los temas de igualdad, me doy cuenta que a las mujeres se les quitaba en lugar de darles oportunidades. Por esa razón escribí mi proyecto sobre esta problemática, lo presenté y fue aprobado.
¿Se han cumplido las expectativas que tenías antes de visitar las tierras cuscatlecas?
Sabía cosas como que la vida es difícil aquí, hay problemas para estudiar, para trabajar, tienen mucha pobreza, eso ya lo esperaba. Pese a todo esto, el país es bonito, la gente es luchadora, busca el pan de cada día.
¿Qué has encontrado para tu investigación?
He leído bastante sobre los derechos femeninos, tengo estadísticas, estoy comprendiendo un poco de la legislación y también estoy buscando entrevistarme con dirigentes de organizaciones o instituciones que trabajan estos temas, para ello aquí en la UTEC, su personal me está colaborando para hacer los contactos.
¿Cómo vas a enfocar tu trabajo?
Pensaba enfocarlo en salud pública y la educación. Ahora estoy pensando en tocar aspectos como la violencia contra las mujeres, la economía y el acceso a los puestos de trabajo. Voy a realizar encuestas a estudiantes, también a gente humilde que no sea profesional, no solo voy a visitar instituciones, pues quiero tener una variedad de opiniones.
¿Cómo ves la evolución de los derechos de la mujer en El Salvador y en Estados Unidos?
Tanto allí como aquí existen los mismos problemas, pero en el caso de Estados Unidos hay un mayor conocimiento de la realidad y se exige más, aquí se desconoce mucho y esa falta de educación en el tema es lo que hace que se agudice la situación.
Después de este primer acercamiento con tus raíces, ¿te gustaría regresar?
Sí, me gustaría regresar, quisiera venir con mi mamá y que ella me llevara a conocer los lugares donde ella creció, tener más tiempo para conocer más lugares.
Cuéntanos, ¿qué haces en tu tiempo libre?
Paso el mayor tiempo estudiando y aprovecho también para conocer a mis familiares. Unos de mis fuertes gustos es la lectura.
¿Qué tipo de lectura prefieres cuando no estás leyendo sobre tus estudios o investigación?
Me gusta la lectura de ficción, acabo de leer un libro llamado Mil soles esplendidos, sobre la vida de las mujeres en Afganistán y de cómo fueron perdiendo sus derechos. De alguna forma se relaciona con mi tema.
Jessica afirma disfrutar su estadía en tierras salvadoreñas, no solo por sus estudios, sino también porque representa sus orígenes. Explica también que dentro de su plan de estudios este es su último viaje como requisito para graduarse, pero tiene dentro de sus metas poder conocer Sudáfrica, pues su escuela tiene un departamento que estudia cómo crece este lugar en sus negocios, lo cual le llama mucho la atención y lo convierte en el próximo destino.
