El psicólogo infantil, Carlos Alberto Ayala, fue el responsable de compartir con la teleaudiencia sus consejos sobre el trato que debe darse ante esta situación.
Evelin Herrera
La Palabra Universitaria
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), ha sido tema de análisis y reflexión en una de las recientes emisiones del programa de entrevistas televisivas, 33 Te Escucha, en la que ha participado como panelista el psicólogo infantil, especialista en necesidades educativas especiales y docente de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), Carlos Alberto Ayala Munguía.
De acuerdo al experto, el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, con el que la función ejecutiva se ve afectada; en ese sentido, acuña que no es una enfermedad y tampoco es que haya una lesión en la cabeza, sino que es un desarrollo atípico del cerebro y se presenta principalmente en los niños.
Este trastorno se puede identificar a través de ciertas características como la inatención, la impulsividad y la hiperactividad, lo que permite que se presenten problemas en el aprendizaje y en la conducta.
Ayala explica que la función ejecutiva es la que se encarga de organizar y planificar, es decir, la que da auto instrucciones y, cuando esta falla, se debe a que hay un retardo en el desarrollo, por ese motivo aclara que no es que no estén, sino que simplemente están demoradas.
“No se trata de que los niños no tienen esas funciones, sino que estas necesitan un entrenamiento, porque no es que ellos quieran hacerlo de esa manera, por eso, tienen que recibir atención de especialistas”, aconseja.
Así mismo menciona que la memoria de trabajo es parte de la función ejecutiva, por lo que muchos menores pueden presentar fallas en ella. “Cuando se da al niño una indicación en repetidas ocasiones y no hace caso, no es porque él no quiera, sino que se debe a que hay problemas con su memoria operativa”.
Por lo tanto, enfatiza que el autocontrol es un factor que se debe trabajar, porque cuando el niño presenta una alteración de conducta, el pequeño no se va a poder controlar, porque solo piensa en lo que puede suceder en el momento y no a largo plazo, ya que primero actúa y luego piensa.
“Hay niños que, en vez de hacer la cola, inmediatamente actúan y no esperan su turno, no pueden controlarse y lo hacen no porque sean malcriados, sino porque todavía no les funciona la autorregulación”, ejemplifica.
En ese sentido Ayala resalta dos factores importantes, el primero se trata de saber que el trastorno puede ser el mismo, pero, cada niño es completamente diferente y, el segundo, es que se tiene que buscar ayuda en profesionales para tratar a los menores bajo esta condición.
Recomienda que los padres de familia tienen que prestar atención al comportamiento de sus hijos, ya que puede ser clave para tratar este trastorno y que el niño pueda desarrollar sus funciones ejecutivas con normalidad.
